Si es usted una lectora es probable que siempre vaya a la misma peluquería y es casi seguro que le gustará ser atendida por “su peluquero” de siempre.
En el caso de ser varón probablemente también aprecie encontrar una cara conocida arreglándole el cabello y evitar así tener que explicar el tipo de corte de pelo que desea.
Incluso es posible que en alguna ocasión haya retrasado unos días su visita al tocador al enterarse que la persona que habitualmente le atiende se encuentra disfrutando de sus merecidos días de descanso.
Esta sensación seguramente la habrá experimentado con profesionales de otro sector. Generalmente nos gusta que nuestro cabello, nuestras uñas, nuestro pescado o nuestra fruta nos la dispense “nuestra” persona de confianza y si no somos capaces de cambiar de tienda.
Con este planteamiento tan humano y tan lógico me sorprende que un artículo reciente publicado en el British Medical Journal haya alcanzado tanta trascendencia fuera del entorno sanitario.
El artículo demuestra que los pacientes que son seguidos por su médico habitual tienen menos riesgo de muerte. Es la confirmación de algo tan básico como que también tenemos menos riesgo de encontrar tomates verdes en nuestra bolsa de la compra si el que nos los ha servido es nuestro frutero de toda la vida que sabe que nos gustan maduros y no muy grandes.
No me asombran los resultados del estudio, los que nos dedicamos a esto ya conocíamos algunos similares, lo que sí me preocupa es que algo tan razonable haya fascinado a la opinión pública. Es como si a estas alturas nos maravilláramos con los datos de un estudio que ha demostrado que los pacientes que no fuman tienen menos riesgo de tener un cáncer de pulmón.
Es razonable que un médico que conoce a su paciente por haber convivido durante años su proceso morboso sea más ágil captando pequeños cambios en su sintomatología y despreciando el ruido que generan síntomas inconexos o subjetivos del enfermo que en muchas ocasiones sólo conducen a pruebas innecesarias con riesgo de generar daños colaterales (en medicina se conoce como iatrogenia al daño en la salud provocado por un acto médico).
Precisamente uno de los problemas actuales más importantes en el sistema sanitario es el sobrediagnóstico y consecuente sobretratamiento de procesos que en su evolución natural no habrían influido en la mortalidad del paciente. Se conoce desde hace años, pero el término sobrediagnóstico fue popularizado en 2011 con la publicación del libro Overdiagnosed making people sick in the pursuit of health. Libros así pueden parecer un tanto alarmistas o desmesurados para la población general, incluso algunos los plantean como un contubernio de los gobiernos para intentar frenar el consumo sanitario, pero la realidad es más cruel que la ficción. La sobreutilización del sistema sanitario lógicamente lleva aparejado un aumento en los errores médicos por mera probabilidad al aumentar el número de actuaciones (aunque también es más probable que se incrementen por el hastío de los profesionales ante una actividad fútil). Estos errores médicos ya son la tercera causa de muerte en USA tras los infartos de miocardio y el cáncer, provocando además más defunciones que la suma de los procesos bronquiales, suicidios, accidentes de tráfico y muertes violentas.
Conscientes de todo ello instituciones sanitarias y sociedades científicas han desarrollado diferentes iniciativas como Choosing Wisely desde donde se realizan recomendaciones para evitar tratamientos o pruebas diagnósticas carentes de valor en determinadas situaciones.
Es precisamente en el seno de una atención fragmentada por la asistencia a múltiples especialistas, situación muy frecuente en pacientes mayores con patología crónica, donde se produce la interacción de mayor número de actores con el consiguiente riesgo de aumentar el número de pruebas diagnósticas y tratamientos a veces de escasa utilidad clínica.
¿Nos sigue sorprendiendo que los pacientes cuyo proceso morboso lo sigue su médico de toda la vida tengan menos riesgo de muerte?
Totalmente de acuerdo Dr. Miralles, los que vemos la atención en la sanidad desde otro punto de vista como el mío, no hace que me deje de sorprender dichos comportamientos.
Esperando próxima entrada en tu blog para leer.
Un abrazo
Enhorabuena Paco. Más razón que un santo. Porfa, no dejes de compartir tus reflexiones
Enhorabuena Dr Miralles. Pones el foco en un aspecto clave ante el reto actual de la llamada revolución de la longevidad ( cronicidad, pluripatlogia, dependencia, calidad de vida…). La visión integral, continuada, progresiva de los cuidados es clave para dar respuesta a la mayoría de las demandas actuales. La relación médico paciente, mejor equipo multidisciplinario paciente, es la herramienta más eficiente . Nuestros pacientes ya disfrutan de la segunda esperanza de vida mundial. Y su calidad de vida??
Algo tan cotidiano, y que a veces nos cuesta verlo, tanto como facultativo, como paciente. Quizás por el mismo ritmo desenfrenado que nos ha tocado vivir. Totalmente deacuerdo, enhorabuena por la reflexión.
Que sabio los refranes. Uno de ellos resume tu gran refexión:
“Un médico es un médico, dos medio médico, tres ningún médico.
Un fortísimo abrazo y aquí me tienes Paco.
Totalmente de acuerdo Paco. Felicidades por la publicación
Gran verdad, aunque son muchos más los factores que influyen en la iatrogenia de nuestros pacientes: masificación del sistema, falta de concienciación de la sociedad, actitud proteccionista por reclamaciones patrimoniales o denuncias médicas… como siempre multifactorial.
Paco muy apropiada la reflexión. El seguimiento se facilita con el contacto y el conocimiento
Acertada reflexión Paco , sobre este artículo que ha llamado la atención tras su publicación en tan prestigiosa revista . Me quedo con tu última pregunta y asiento sobre el de que nos sorprendemos.
Si total ya lo dice el refranero popular , un médico cura , 2 dudan y 3 muerte segura … en fin nada nuevo
Buenísimo!!!
Magnífico artículo y magnífica tu reflexión Paco y yo desde la Talaia de la primaria tengo que decir de que quizás seis aquí donde más veracidad tiene tu artículo y donde cada día nos damos más cuenta de que la relación médico paciente es más efectiva cuanto más conoce el médico a su paciente y el paciente su médico. Felicidades y enhorabuena por este Blog
Muy bueno. La relación médico paciente es fundamental. Estos datos los conocen los médicos, y ¿los pacientes?. No me extraña que en G.B. haya tenido tanta trascendencia, me queda la duda si en este país donde ocupamos los puestos más bajos en lectores, políticos incluidos, llegue a tener la mitad de dicha trascendencia.
Totalmente de acuerdo Paco. Muy buena reflexión.
Completamente de acuerdo contigo Paco con todo.
Creo que es lo que tenemos que seguir haciendo los médicos, lo primero siempre la clínica ver explorar y escuchar al paciente y después todas las pruebas que sean necesarias .
un fuerte abrazo
Querido Paco. Lo que dices es totalmente cierto y en estos últimos dos meses he tenido dos paciente súper diagnosticado con pruebas complementarias innecesarias y tratamientos por diverticulosis y no habían explorado a la enferma, en uno que tenía una hernia crural estrangulada. Que necesito de intervención urgente y llevaba tres semanas de tratamiento.
La segunda enferma se trató la diverticulosis y lo que realmente presentaba es una paniculitis mesenterica muy importante.
Ahora querido amigo es cada vez más rara una buena historia y exploración, base del proceso diagnóstico. Se prefiere la inmediatez de la imagen, que por otra parte es muy necesaria, pero siempre dirigida tras una historia clínica.
Un abrazo
Enhorabuena Dr Miralles. Pones el foco en un aspecto clave ante el reto actual de la llamada revolución de la longevidad ( cronicidad, pluripatlogia, dependencia, calidad de vida…). La visión integral, continuada, progresiva de los cuidados es clave para dar respuesta a la mayoría de las demandas actuales. La relación médico paciente, mejor equipo multidisciplinario paciente, es la herramienta más eficiente . Nuestros pacientes ya disfrutan de la segunda esperanza de vida mundial. Y su calidad de vida??
Extraordinaria reflexión que aunque es conocida por muchos profesionales, no siempre es practicada obedeciendo y doblegándose a los objetivos que nos marca la administración secundada por los jefes de servicio, promocionando y premiando a los médicos que cumplen los objetivos de sar altas, altas y altas, en la consulta, en detrimento incluso económico de quienes no lo hacemos.
Debería hacerse viral, artículo del BMJ incluido, entre los profesionales de a pie y sobre todo entre los directivos y gerentes economicistas.
Muy bueno
Excélente reflexión
Te animo a seguir en esta línea.
Un abrazo