Transformando la medicina a través del lenguaje

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En los últimos meses, hemos sido testigos de una explosión en la popularidad de términos como “metaverso,” “big data,” “deep learning,” y “blockchain”. A pesar de ello parece que últimamente se los ha tragado la tierra. Ha emergido, sin embargo, un término de una forma asombrosa, ChatGPT. Este es el más conocido de los grandes modelos de lenguaje basados en inteligencia artificial. Las búsquedas de “Chatgpt” han aumentado más de un 5000% en los últimos 12 meses cuando consultamos Google Trends, marcando un fenómeno que no podemos ignorar.

Y es solo la punta de iceberg ya que han surgido otros modelos como Google Bard, Perplexity, Claude.

Es fascinante conocer las tareas que se pueden desarrollar con la tecnología. Pero, es difícil entender conceptos genéricos como la inteligencia artificial. Tendemos a rechazar ideas que cuestionan nuestros conceptos “fundamentales”. Cuando algo pone en peligro nuestros conocimientos básicos se desata nuestro “dictador interno” que se opone. Lo explica de una forma magistral Adam Grant en su último libro Piénsalo otra vez.

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Uno de esos conceptos es que la inteligencia es humana. Ni los animales y mucho menos las máquinas pueden pensar como nosotros. En todo caso pueden desarrollar algunas tareas más rápido que nuestra mente y además porque nosotros las hemos programado.

El lenguaje hace más accesible la IA

El surgimiento de estos sistemas de lenguaje democratiza la tecnología. La novedad radica en nuestra capacidad para comunicarnos con la inteligencia artificial utilizando nuestro propio lenguaje. Se ha desencadenado una revolución que abarca todos los aspectos de la vida. Esto, en mi opinión, podría marcar el comienzo de un antes y un después en la historia de la tecnología. En cuestión de dos meses después del lanzamiento de ChatGPT, ya contaba con 100 millones de usuarios, un hito sin precedentes.

La comunicación es una parte fundamental de lo que nos hace humanos. Nos relacionamos, compartimos conocimiento y construimos sociedades a través del lenguaje. El lenguaje es una de las razones por la cual somos la especie dominante en la Tierra.

Nuestro modelo de comunicación nos permite pertenecer a un grupo más grande de individuos. El número de Dunbar, relaciona el tamaño del cerebro con la cifra de relaciones estables que los animales pueden mantener con los de su especie. Este es de 150 en el caso de los humanos. En gran parte se debe al lenguaje como se recoge en el libro La evolución del cerebro humano. Mientras algunos simios requieren contacto físico para vincularse a otros. Nosotros gracias a nuestro modelo de comunicación podemos hacerlo de forma más ubicua.

Esta facilidad de uso y accesibilidad ya ha dejado su huella en campos como el marketing y la programación. La medicina también debe estar a la vanguardia en la adopción de esta tecnología. Pero, como en cualquier avance disruptivo, existen detractores que pueden exagerar sus limitaciones. Los luditas se encargarán de vender las maldades de la nueva herramienta. Por tanto, es esencial definir claramente las aplicaciones útiles para evitar su desacreditación.

¿Cómo se mide el impacto de una innovación en medicina? A menudo, se hace a través de la cantidad de publicaciones que genera. Un ejemplo de esto es la búsqueda de “ChatGPT” en Pubmed, que ha arrojado más de 1500 resultados en los 10 primeros meses de este año. Todas las especialidades están buscando su nicho y publican diferentes aplicaciones a diario, por ello quizás aún haya demasiado ruido. Es necesario reflexionar y ser capaces de separar el polvo de la paja.

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Sin ánimo de aburrir con una lista interminable, señalaré diez ejemplos concretos en los que este tipo de software está transformando la medicina.

  • Generación de artículos científicos. Puede ayudar en la redacción de artículos científicos e incluso generar investigaciones por sí mismo.
  • Creatividad en la redacción. Cuando escribe textos lo hace de forma creativa. No se limita a copiar extractos de otros artículos. En un trabajo publicado en Nature se le solicitó que resumiera 50 artículos de JAMA, New England Journal of Medicine, BMJ, The Lancet y Nature. Estos se sometieron a un escrutinio mediante software antiplagio y obtuvieron un 100% de originalidad, sin detectarse textos copiados.
  • Memoria de interacciones previas. Estos modelos de lenguaje recuerdan las interacciones previas. Ello permite mantener una conversación abierta en la que no es necesario repetir información por ejemplo cuando comentamos casos clínicos con el sistema.
  • Resumen de historiales clínicos. Nos permite ahorrar energía y tiempo al ser capaz de resumirnos los hechos más importantes en largos historiales clínicos o de buscar datos específicos en documentos extensos.
  • Aceleración de revisiones de literatura. Realiza búsquedas exhaustivas de bibliografía para revisiones de la literatura, acortando los tiempos de publicación.
  • Traducciones precisas. Realiza traducciones a inglés de artículos escritos en otro idioma ajustándose a las normas editoriales de cada revista.
  • Respuestas útiles para clínicos. Genera respuestas precisas y adecuadas a las preguntas generadas por profesionales de la salud.
  • Comunicación comprensible para pacientes. Facilita la resolución de dudas y genera textos médicos asimilables por el paciente que se ajustan a los estándares clínicos.
  • Apoyo a la educación médica. Es una herramienta de ayuda en la formación de los futuros profesionales de la salud
  • Orientación en el diagnóstico de enfermedades raras. Facilita a los clínicos una orientación diagnóstica en enfermedades poco comunes.

 

En este emocionante viaje hacia el futuro de la medicina impulsado por la inteligencia artificial, es importante recordar que, aunque exigimos mucho a esta disciplina, también nosotros cometemos errores. Estamos en los albores de una revolución que apenas ha despegado. Estos sistemas de lenguaje han demostrado su capacidad para superar desafíos y ayudarnos en una gran variedad de tareas médicas. La tecnología avanza a pasos agigantados, pero nosotros, como seres humanos, también somos parte fundamental de este proceso. En lugar de ver a la IA como una solución definitiva, debemos abrazarla como una herramienta que aporta mucho valor y que nos ayudará a alcanzar nuevas cotas en la atención médica.

En medicina con Amazon no hay vuelta atrás

Una sobremesa de invierno. Tertulia del autor de este blog con amigos.

  • “…El futuro de la medicina está cambiando a diario.  Pero el punto de no retorno sucederá cuando Amazon se introduzca en el mercado sanitario…”

Podía observar la sonrisa en la cara de  mis amigos y compañeros cuando les hacía estos comentarios. No tengo la suficiente entidad científica para prodigarme en charlas divulgativas. Estos comentarios quedaban en opiniones al mismo nivel que comentábamos que hará el Atleti si no se clasifica para la Champion. Pensaban que era una excentricidad y que efectivamente la medicina estaba cambiando mucho pero que me había “pasado de vueltas”.

Hace unos días los CEO de Amazon, JP Morgan y Berkshire Hathaway   anunciaron que ya han comenzado la andadura en el mercado sanitario con Haven. Ha sido el colofón a un acuerdo que cerraron en enero de 2018 para enfrentarse al incremento en los costes de la atención sanitaria. Al frente de este proyecto se encuentra Atul Gawande, prestigioso cirujano autor entre otros de libros como Ser Mortal, texto que todo médico/alumno debería leer, especialmente si se encuentra en su periodo de formación. Gawande ha hecho una verdadera declaración de intenciones. “Queremos cambiar la forma en que las personas experimentan el cuidado de la salud para que sea más simple, mejor y a menor costo”. Un buen resumen sobre la medicina que aporta valor.

Ha crecido en los últimos años la bibliografía que empareja el futuro de la medicina con el desarrollo de las diferentes ciencias –ómicas : genómica, metabolómica, metagenómica, proteómica… (Todo ello gracias al desarrollo tecnológico en estos campos). Tal ha sido el crecimiento de estas materias que han surgidos paginas wiki para recopilar información sobre las mismas. Es innegable la importancia de estas disciplinas que conjugan conocimientos biológicos con la ingeniería en los tiempos venideros. Pero creo que la auténtica revolución vendrá de la mano de la “datosómica”. En esta ciencia Amazon es ejemplar.

Otros lo han realizado con éxito

En algunos sectores han sido unos visionarios y esto les ha aportado una clara ventaja competitiva. El manejo de los datos fue la clave de la victoria de Obama en las elecciones americanas. Mediante el análisis de big data, un  grupo de expertos encerrados en lo que se llamó la cueva, fueron capaces de recaudar más fondos, de predecir la participación y de realizar modelos predictivos para la toma de decisiones basadas en miles de datos.  Fue un éxito.

La implantación en el mundo de la medicina del análisis de big data respecto a otros sectores como la banca o el comercio está siendo más lento. La medicina ha tenido un crecimiento del conocimiento basado en su cuerpo de doctrina. Los médicos somos reacios y a veces obstruccionistas a aceptar mejoras provenientes de otras áreas. Por ejemplo algunos modelos de ingeniería, a pesar de haber demostrado optimizar muchas organizaciones, los rechazamos aludiendo que lo nuestro no es una empresa manufacturera y que se trata de modas. ¡¡¡¡ Cómo alguien que no es médico nos va a enseñar a nosotros a organizar el sistema sanitario ¡¡¡¡ ¿Qué nos tiene que enseñar Amazon a los médicos?

No pongamos puertas al campo

Esta resistencia, no ya a salir de nuestra zona de confort, sino a dejar entrar a extraños ¿es una muestra de autosuficiencia? ¿Falta de humildad intelectual? ¿Protección ante lo desconocido? En el mejor de los casos sabemos mucho de poco. Es inabarcable nuestro teórico campo de conocimiento. Nos cuesta aprender una ciencia cada vez más extensa. Además tenemos que integrar conocimientos científicos, tecnología y humanismo.

Por nuestro modelo formativo nos cuesta aceptar que una empresa de coches como Toyota haya diseñado un modelo de gestión, que aplicado a la sanidad, Lean Healthcare , mejora los procesos sanitarios y la satisfacción en los pacientes. Nos es difícil admitir que los sistemas de inteligencia artificial sean capaces de disminuir un 11% los falsos positivos (lesiones clasificadas como tumores cuando en realidad no lo son) frente a 6 radiólogos expertos en el screening de cáncer de pulmón mediante TAC  como se ha publicado recientemente en Nature. Miramos con recelo modelos de asistencia virtual como Proyecto KRISTINA (ver video) en el que mediante un chatbot disponemos de un asistente social multilingüe.

En los últimos años la mayoría de los avances en medicina están relacionados con la mejora en la captación y análisis de datos. Esto no es una nada. Lo refleja perfectamente Jordi Varela en su post. A menudo hablo con compañeros clínicos, que generan y manejan miles de datos, de la capacidad de los mismos. De la sensación de pérdida de oportunidad por no explotarlos. Todos están de acuerdo. Sin embargo prácticamente ninguno me secunda cuando le propongo su estudio sistemático. El fin de conocer mejor nuestros comportamientos y los de nuestros pacientes. En el fondo creen que este tema es más de gestores. Muchos se amparan en que al no ser su recogida sistematizada y prospectiva carecen de cierto valor. No es del todo cierto y creo que corresponde con una secuela de la medicina basada en la evidencia que ya ha sido superada por distintos modelos de extracción de información desde la historia clínica, véase Savana.

Estos y otros muchos ejemplos me hacen pensar que en realidad nos estamos haciendo trampas en el solitario. Lo que nos cuesta trabajo no es aprender sino desaprender. Adaptarnos a un cambio en el nuevo paradigma asistencial nos obliga a borrar parte de nuestro disco duro. A aceptar procedimientos que hasta ahora les correspondían a otros. Debemos acostumbrarnos a la irrupción de nuevos stakeholders en el entorno sanitario. A una flexibilidad de la que carece la clase médica en general.

Si Amazon te da limones haz limonada

La irrupción de una empresa experta en el manejo de datos, como Amazon. Apoyada por una financiación prácticamente inagotable y por un holding asegurador abre un nuevo horizonte en la medicina. Amazon no solo ha cambiado el mercado on line y el minorista sino que ha cambiado la economía mundial. Sabe información de sus clientes que le permite conocer más allá de los datos de su cuenta. Es capaz de averiguar cuantos hijos tienes y de que edades son. Si practicas deporte, si comes sano (es propietaria de la cadena de supermercados Whole Foods, si estas obeso y si te preocupas por tu salud entre otras cosas. Con la compra reciente de PillPacks, compañía farmacéutica encargada de empaquetar de forma personalizada los fármacos del comprador y llevarlos a su domicilio, comenzará a conocer datos de nuestros tratamientos, los médicos prescriptores, la tasa de adherencia de los pacientes, la posibilidad de interacciones farmacológicas. Es posible que una empresa sin estructura sanitaria ni hospitales (por ahora) se acabe convirtiendo en el mejor sistema de conocimiento sobre nuestra salud y nuestros modelos de enfermedad. Ojalá sea el empujón definitivo para impulsar la medicina de valor.

Quien sabe quizás el día de mañana se estudie medicina por Amazon. Puestos a ser disruptivos….